Todo escritor primerizo se enfrenta a múltiples problemas de creación literaria. Yo mismo he pasado por todo eso (de hecho, me sigue ocurriendo, pese a haber publicado ya mi tercer libro, ver Mis Libros). No es una cuestión de cantidad, solo cuenta el resolver, paso a paso, cada cuestión planteada.
Es imposible presentar en un artículo la diversidad enorme de cada uno de los problemas de creación literaria posibles. Se trata de centenares, de miles incluso… Y para eso hay que acudir a manuales, cuanto más exhaustivos, mejor. Mi pequeña aportación, como es sabido para los que me siguen habitualmente, fue Técnicas narrativas modernas. Sin embargo, es un texto breve, de iniciación, aunque mi pretensión fue hacerlo lo más abarcante posible. Incluso con numerosos ejemplos y ejercicios.
Mi modesta ambición o propósito en este artículo no es repetir cuestiones más o menos estereotipadas. Al contrario, pretendo encontrar algunos ejemplos que hagan pensar lo dificultoso del acto de la escritura. Pero, al mismo tiempo, encender la pequeña luz de que siempre hay una solución, por extravagante que sea (o lo parezca). Vayamos con las cuestiones y los ejemplos considerados:
¿Estoy hecho para escribir? Primero de los problemas de creación literaria
En los tiempos actuales, sabido es que todo el mundo escribe. Aunque solo sea en Twitter o Facebook. Sin embargo, si queremos pasar a mayores, es decir, dar un pequeño (o grande) salto cualitativo y superar los problemas de creación literaria que se nos pudieran presentar, la primera pregunta es evidente: ¿Puedo dedicarme a la escritura solo con mi deseo (puede que ferviente) de hacerlo? La respuesta también es obvia: no. Hablo, por supuesto, de dedicarse a ello, no de tener un hobby, por divertido que fuera. Se puede tener, claro, e incluso escribir como una terapia. Sea como entretenimiento o como parte de nuestra actividad para sentirnos bien, no es este el artículo que trata ambas cuestiones.
El asunto principal radica en tener una necesidad imperiosa de decir algo por escrito y abandonarlo todo por ese impulso. No se trata, claro, de una necesidad ciega. Algo nos empuja (¿tal vez el conocernos a nosotros mismos?) en esa dirección. Descarto a todos aquellos que sueñan con hacerse famosos o ganar dinero. Precisamente, la escritura no es un camino fácil para ambas metas. Al contrario, es de los más dificultosos y escarpados. Si ese es tu camino, entonces este no es tu artículo. Sinceridad, por encima de todo.
Deseo escribir, pero no lo consigo
Es posible que se dé esta circunstancia, sobre todo al principio. El mejor consejo para superar problemas de creación literaria (de cualquier índole) es siempre el mismo: paciencia, kilos y más kilos de paciencia. ¿Cómo aprende un niño a hablar? Hablando, sin más. ¿Cómo aprende un escritor a escribir? Escribiendo, sin más. Parece obvio, pero es así y de ninguna otra manera. Fijémonos en la imagen. ¿Cómo ha aprendido el escultor? Practicando su oficio, sin desmayo, sin prisa, pero sin pausa.
Cabe decir, también, que no hay dos caminos iguales. Unos querrán escribir sobre sí mismos, otros harán cuentos de fantasía y aún otros desearán, con todas sus fuerzas, construir una gran novela-río. Y hasta puede que haya quien quiera simplemente escribir poemas.
No importa, lo único que hay que hacer es: escribir, escribir… y escribir. Eso sí, algo que ayuda mucho es leer, leer y leer. Al final, nuestra escritura va a proceder de nuestra propia experiencia… y de la experiencia de otros. Un arquitecto se fija en proyectos anteriores, un pintor igual y así todo. Es fácil de entender, creo.
Soy ansioso e inseguro, ¿qué puedo hacer?
Para sortear los problemas de creación literaria, creo que estos dos defectos son claves. Si bien hay que decir que la ansiedad y la inseguridad son emociones normales. Se superan con paciencia y tiempo, de nuevo. Hay que tener siempre presente que todos nuestros fallos, hábilmente gestionados, se convertirán, a la larga, en certezas y seguridad. Solo hay que dar tiempo al tiempo.
Ser paciente y constante será la llave que nos abrirá la puerta de nuestra creatividad. Cuanto más escribas, más seguro te sentirás. Cuanto más leas, igual. Cuantas más dificultades sortees, más orgulloso estarás. Y pensad siempre que la confianza en uno mismo es acumulativa. A medida que crece, más robusta se vuelve, y ya no hay marcha atrás, en ese caso.
¿Por qué cuesta plasmar las ideas?
No es que te cueste, es que no has encontrado tu voz. Y eso, te aseguro, lleva su tiempo (también en este caso). Si la idea, del tipo que sea, no la haces tuya, es como si no existiera. Puede que pienses que es una idea simple. Lo mejor es escribirla, dar vueltas sobre ella, acercarse y alejarse… Verás cómo, sin tardar mucho, la idea se incardina en la escritura y te ofrece nuevas vías. Es como si lanzaras una piedra en un estanque. La piedra es la idea. Las olas concéntricas son los caminos que va abriendo esa idea primeriza.
No hay ideas simples, hay que descartar esa concepción que hace tanto daño. Solo el desarrollo paciente y constante, aunque sea de una idea aparentemente sin demasiado futuro, nos dirá adónde queremos llegar. Tal vez nos llevemos, sin quererlo, más de una sorpresa.
¿Puedo organizarme?
Sin ninguna duda. Es una de las mejores técnicas para avanzar, en determinados casos. Utiliza diferentes hojas. Crea pequeños catálogos, a través de fichas, con programas de escritura, etc. Bueno, hay escritores que escriben seguido ya van improvisando (este artículo lo estoy componiendo de esta forma). No hay un camino único. Cada persona es distinta y siempre puedes optar por atajos, por caminos inesperados, por escribir en servilletas de restaurante (hay casos reales), qué sé yo…
Lo decía como un método efectivo cuando no aparece eso tan manido de la inspiración. No importa, organiza, monta tu pequeño puzle… A veces, sin haberlo pretendido, ese puzle toma forma en nuestra cabeza. Incluso, a veces, en contra de lo que previamente habíamos imaginado.
¿Está ya todo escrito? Último de los problemas de creación literaria
Para terminar, por hoy, con este artículo, hago esta pregunta final. Ciertamente, hay mucho escrito, quién lo duda. De hecho, cantidades ingentes de palabras y frases, sobre todo en los últimos años. Prácticamente, se publica un libro cada tantos minutos. ¿Puede eso desanimarte? No lo hagas, puesto que no se trata de qué hables (amor, celos, venganza… lo que sea), sino del modo en que tú lo cuentas.
No hay dos escritores iguales, aunque hablen de los mismos temas. Romeo y Julieta era una historia que circulaba en su tiempo… con distintas versiones. El modo en la que la concibió y escribió Shakespeare fue única. La originalidad del escritor, casi siempre, estriba en contar algo ya contado anteriormente de un modo distinto. Ese «modo distinto» atrae nuevos lectores, deseosos de una nueva experiencia lectora.
Muchas gracias por la atención prestada hasta aquí. Si lo deseas, puedes comentar el artículo más abajo o bien compartirlo en tus redes sociales favoritas para que llegue a otras personas que pudieran estar interesadas en él.
Muy potente la comparación del escultor frente a un pedazo de roca y el escritor con su folio en blanco que hay que ir llenando con palabras. En algo que coinciden todos los escritores sobre el oficio es que para escribir (bien) hay leer mucho; y lo más importante, seguir escribiendo. A veces uno se despista o se distrae, es mi caso: acabo de terminar mi primera novela y como todo escritor independiente que acude a la autopublicación, paso mucho tiempo aprendiendo a maquetar el texto, diseñando la portada, atendiendo a las redes. Sé que es temporal (lo publico el 1 de octubre), pero dentro siento la vocecita incómoda de que hay que volver a escribir. Pensar una nueva idea que desarrollar en los próximos meses, inventar personajes para luego hacer que lo pasen mal. Como decía aquel escritor: escribir es subir a tu personaje a lo más alto de un árbol y no parar de tirarle piedras.
Pues ya es hora de volver a sacar las herramientas y enfrentarme a ese pedazo de roca.
Hola, alter hugo…
Muy interesante tu aportación. Te animo a seguir por el camino que has escogido, da muchas satisfacciones, pese a las dificultades.
Un saludo muy cordial
Gracias por tu interesante aporte, en estos momentos me cae como anillo al dedo, jajaja, de acá me voy a descargar tu manual. Tengo en mi cabeza miles de ideas que plasmar, solo hace falta guiarlas; artículos como el tuyo ayudan mucho. Gracias de nuevo.
Hola, Yamilex…
Gracias a ti.
Un saludo cordial
Buen día, gracias por compartir tu experiencia y conocimiento. Soy docente, por lo tanto busco informarme para enriquecer mis clases. Exploraré tu página y tus libros. Saludos
Hola, Lilian…
Gracias por pasarte por la página y por tu comentario.
Un saludo muy cordial