En un artículo anterior ya hablé de esta temática, es decir cómo ordenar palabras. O más bien por qué es necesario ordenar palabras al escribir una frase. En esta ocasión nos vamos a centrar en ejemplos concretos, para entender mejor los conceptos implicados.
Fijémonos en una frase como la siguiente:
—La mayor parte de las personas se interrogan sobre el sentido de su vida.
Es una oración de construcción fácil, con un sujeto, un verbo y un predicado. Sin embargo, si alteramos el orden, podríamos encontrarnos algo así:
—Las personas de mayor sentido se dan a su vida, parte la que interrogan el sobre.
Como es fácil observar ha cambiado su significación por completo; las palabras empleadas son las mismas, no se ha cambiado ni una. Sin embargo, la primera parte es correcta, la podemos entender, aunque no tiene nada que ver con la frase original; en cambio, la segunda no tiene sentido gramatical ni semántico alguno. O por decirlo mejor, la sintaxis, el ordenar palabras de un modo adecuado, nos conduce a la comprensión semántica.
Ordenar palabras, pues, dentro de una oración, es imprescindible para que las frases tengan sentido y puedan ser comprendidas por aquellos a quienes van dirigidas.
Ordenar palabras, con ejemplos
Vamos a considerar varios casos ilustrativos en los que ordenar palabras en las oraciones nos puede salvar de ambigüedades, confusiones o errores. Ejemplos:
—Tú y yo comeremos juntos hoy (es incorrecto decir: yo y tú comeremos juntos hoy). Por una cuestión de cortesía, en este caso.
—Se me ha perdido el lápiz (es incorrecto decir: me se ha perdido el lápiz; el «se» siempre precede a otro pronombre).
—No te me escapes (el «te» siempre precede a «me» o a «nos»; mal estaría escrito: no me te escapes).
—Espérenme un cuarto de hora (es un vulgarismo decir: me esperen un cuarto de hora).
—Préstemelo, por favor (vulgarismo: me lo preste, por favor). Obsérvese que depende del tiempo verbal. Si dijéramos ¿me lo presta, por favor?, estaría correcto… pero en imperativo hay que poner los pronombres detrás del verbo. Para ordenar palabras hay que conocer muy bien la sintaxis.
—No me ordene hacer eso (si hay negación, no se pospone el pronombre. Mal: No ordéneme hacer eso).
—Ignorarlo sería desastroso (mal: lo ignorar sería desastroso; con infinitivos y gerundios siempre van pospuestos los pronombres).
—Pasaron el domingo divirtiéndose (mal: pasaron el domingo se divirtiendo).
—Me dijo que esperara (mal: díjome que esperara; esta última construcción está anticuada).
Ordenar palabras: más ejemplos
—Hay que solucionarlo en seguida (mal: Lo hay que solucionar en seguida).
—Se prohíbe fijar carteles (mal: prohíbe fijarse carteles).
—Parece como si no hiciera un montón de años que ocurrió aquello (mal: parece como si aquello no hiciera un montón de años que ocurrió).
—No quiero nada más (mal escrito estaría: no quiero más nada).
—No deberías de preocuparte (mal: deberías de no preocuparte).
Ordenar palabras: ejercicios
Como colofón a este artículo referente a ordenar palabras, voy a poner unas cuantas frases en desorden. Tu labor consiste en formar la oración correcta. Ahí van unas cuantas:
- Flor veo una en mariposa una.
- A irme que el sábado Asturias tengo.
- Llegue conocerte gustaría cuando me.
- Bosque setas buscar voy al.
- Andar no camino caminante hay camino al hace se.
Como hemos visto en este artículo, ordenar palabras en una frase es una actividad que puede hacerse como un óptimo ejercicio para dominar la sintaxis de la lengua (también con una lengua extranjera). No dejes de practicar para mejorar tu redacción. Para más ejercicios mira aquí.
Foto de VilBer, modificada, en Flickr.
Si te ha gustado el artículo no dejes de comentarlo más abajo o de difundirlo en tus redes sociales favoritas. Muchas gracias.
Gracias
Hola, Simon
Gracias a ti.
Un saludo muy cordial