Para empezar, hay que decir que escribir novela policiaca no se diferencia en nada a escribir cualquier otro tipo de novela. Hay aspectos narrativos que son idénticos sin importar el género que se aborde. Por supuesto, hay que admitir que, en un segundo nivel, hay que adaptarse a las características del género.
Y las motivaciones de los autores siempre son personales. Stephen King respondió así cuando le preguntaron por qué escribía historias de terror:
—¿Qué le hace suponer que puedo elegir?
No obstante, si indagamos en la historia de la literatura, vemos cómo grandes escritores (desde Allan Poe a Bioy Casares) han abordado el género con mayor o menor fortuna. Y ha habido (y sigue habiendo) grandes especialistas de la novela policiaca, desde Conan Doyle a Agatha Christie.
Al principio, tanto la crítica literaria como el público lector diferenciaban entre distintos géneros o subgéneros literarios: novela de misterio, novela criminal, novela de detectives, novela negra, etc… Hoy día, los autores suelen combinar los distintos elementos que componen los rubros anteriormente mencionados: crímenes, corrupción, crítica social, descripción de bajos fondos, enigma, suspense, intriga, sorpresa, etc…
Quien quiera tener un poco más de información puede consultar el siguiente artículo de la Wikipedia: ver aquí.
La base de toda novela policiaca es el crimen. Es imposible pensar en el género si al menos no aparece un homicidio. A partir de esta base mínima, indispensable, hay que hilvanar una historia.
Claves esenciales de la novela policiaca
La historia tendrá que tener unas características definidas. Andreu Martín, un especialista del género, las condensa en los siguientes términos:
- Misterio: sin misterio estaríamos hablando de otra cosa.
- Juego: el aspecto lúdico es importante, tanto para el autor como para el lector.
- Acción: sin acción explícita, la novela policiaca pierde parte de su poder.
- Ingenio: la trama tiene que estar bien construida (muy bien construida).
- Suspense: es necesaria cierta emocionalidad para que el lector se sienta en el cielo.
- Secreto: la búsqueda de una verdad oculta resulta esencial.
- Final sorprendente: es muy importante que el desenlace no sea previsible.
- Análisis y crítica social: a veces, los novelistas (incluso sin pretenderlo) describen y analizan el entorno social en el que se desarrolla el relato y en el que se mueven sus personajes.
- Catarsis: el lector sentirá que se produce una alteración del orden natural que será restaurado al final, lo que conlleva una atenuación de miedos o temores.
Por supuesto, podrían encontrarse muchas más características, la anterior es solo una lista entre muchas posibles.
Consejos de los clásicos sobre la novela policiaca
- La situación original y el desenlace deben ser verosímiles (R. Chandler).
- La solución del problema planteado debe ser necesaria, pero también debe ser asombrosa (Borges/Bioy Casares).
- Los personajes, el ambiente y la atmósfera deben ser realistas (R. Chandler).
- El lector debe tener las mismas oportunidades que el detective (o quien ejerza como tal) para resolver el misterio (S.S. Van Dine).
- El autor no debe en ningún caso confundir al lector (Chesterton).
- Centra bien tu misterio, preocúpate por la estructura de la historia, en ningún caso debe ser algo laberíntico y confuso (P.D. James).
- Evita las descripciones demasiado detalladas de los personajes (Elmore Leonard).
- No metas al narrador en los diálogos, que sean bien concisos (yo mismo, sin ser maestro).
Conclusión final sobre novela policiaca
Cabe decir lo mismo respecto a este apartado que sobre el anterior, consejos puede haber miles, pero exceden de lo que es un artículo general. Por ejemplo, es conveniente no multiplicar los verbos dicendi (preguntar, aseverar, afirmar, interrogar, exclamar, etc…). En la mayoría de los casos, el simple «dijo» es más que suficiente.
Se podrían multiplicar los ejemplos, pero con que solo se llevase a cabo lo expresamente recomendado en el artículo, se habría cubierto más de la mitad de lo exigible en este tipo de novelas. Por lo demás, lo que hay que atribuir a una novela en términos generales es plenamente aplicable a una novela policiaca. Como ejemplo remito a este artículo.
Claro está que siempre hay que aceptar y adaptar a la historia las características esenciales de un género literario. Lo uno no quita lo otro. Siempre hay que pensar en el destinatario concreto de la escritura, es decir, en el lector al que nos dirigimos. En otro nivel están los genios. Por ejemplo, Dostoievski combina en Crimen y castigo las características de una novela policiaca con aspectos morales y sociales, incluso con las características específicas de una novela psicológica. En este caso cabe hablar de novelas únicas, incomparables.
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Buen día, José:
Confesar que este género se encuentra entre mis preferidos. De hecho, actualmente me hallo enfrascada en «La verdad sobre el caso Savolta», Un buen ejemplo del género policiaco/detectivesco.
Decir también que al menos uno de los capítulos de mi libro adopta las características propias del género pero soslayadamente, dado que no es más que un medio para darle sentido al resto de la trama, lo que no quita que tome prestadas algunas recomendaciones de las aquí expuestas para darle mayor verosimilitud, eso sí. Todo sea por ofrecer un producto de calidad.
Una duda con respecto a los verbos dicendi. ¿Dicha multiplicidad no demostraría riqueza lingüística por parte del autor, consiguiendo no caer en redundancias? En el sentido de cuando se quiera hacer referencia al modo en que un determinado personaje expresa una idea.
Gracias por compartir. Muy buen artículo.
Hola, Anastasia…
Sí, en obras dramáticas, con componentes psicológicos, tal vez es oportuno utilizar distintos verbos dicendi, no solo para demostrar riqueza lingüística (esto sería lo de menos), sino para matizar cómo alguien responde (no solo con el verbo sino también con los distintos adjetivos o adverbios que podamos utilizar).
Sin embargo, en novelas en las que lo básico es la acción, o el misterio, etc., lo oportuno es que el lector no se fije en esas cuestiones, puesto que el objetivo de la novela no es ese. Por eso muchos maestros de este tipo de novelas han dicho en infinidad de ocasiones que un simple «dijo» es más que suficiente. También apelan al hecho de que el lector ni siquiera se fija en ello, es una simple señal (que seguramente tampoco es consciente) de que alguien está hablando (lo ideal es no poner ningún verbo, solo se pone si existe ambigüedad respecto a quién está hablando).
Yo siempre aconsejo que la gente abra los libros y aprenda de los maestros. Si hacen algo de determinada manera siempre es por alguna causa. Otra cosa es que la conozcamos o no. He intentado, en esta respuesta, explicar algunas razones de por qué se escribe de una manera o de otra (en este caso en relación a los verbos dicendi en los diálogos).
Un saludo muy cordial
Pues genial, no voy desencaminada. La mezcla de referentes que he escogido esta regulando oportuna. En mi novela aparte de ciencia ficción, subyace el drama junto con algunas pinceladas psicológicas. Gracias por las aclaraciones; son un activo más.
Creo que lo importante en el caso de la literatura, es conquistar la atención del público en las historias narradas en las novelas, en esta época existe mucha distracción facilitada y mucha gente casi no se interesa por la lectura; me parece más importante conquistar lectores escurridos, por eso lo importante es la claridad y calidad al narrar una historia en cualquiera de los géneros; ya lo hicieron García Marquez, Neruda… Por esta razón no debemos ser inferiores y prepararnos con mucha mística.
hola¡ una pregunta, el narrador puedes estar en primera persona??
Claro que sí. El narrador puede hablar desde la óptica de cualquier persona gramatical.
Saludos