Entrevistas Lars W. Jacobson | Escritores

Hoy tenemos con nosotros en este espacio de entrevistas a un prometedor escritor, Lars W. Jacobson (Carlos Fernández), que últimamente trabaja además de redactor de crónica negra en su Galicia natal. Su primera novela fue Luz, réquiem por un skinhead, escrita a los 19 años, pero nos centraremos en esta ocasión en la segunda, Citizen Márquez, aparecida no hace mucho. Lars es un asiduo cultivador de la novela negra y nuestra primera pregunta apunta en esa dirección:

JP: ¿Por qué novela negra, Lars?

LWJ: Para serte sincero cuando escribí mi primera novela tenía 19 años y no había leído novelas de ese estilo. Después de escribirla alguien me dijo que era de género negro, pero con el paso del tiempo he descubierto que si bien tiene trazas de ese género, en su interior podemos encontrar otros muchos, incluso el género romántico. El haberme catalogado como novela negra me hizo leer muchas novelas de ese género, novela negra americana y novela negra de mi admirado Vázquez  Montalbán.

Para mí la novela negra aborda aspectos del ser humano que otros géneros no quieren tratar. Digamos que es novela para chismosos, el indagar sobre el ser humano, sus vicios etc., etc., siempre me ha llamado poderosamente la atención, será que tengo alma de portera.

Con Citizen Márquez traté de crear una novela con todos los tópicos del género, aunque  añadiendo mi toque como autor; en ella hablo sin tapujos ni medias tintas de los problemas que nos influyen en esta época que nos ha tocado vivir: la violencia de género, el narcotráfico, la locura, son solo algunos aspectos que intento abordar. José, te diré que tampoco creo en las etiquetas, nunca me ha gustado catalogar a un libro, le resta lectores. Alguien que no soporte la historia, por ejemplo, se está perdiendo grandes novelas históricas porque se han catalogado así. En mi opinión tendríamos que empezar a olvidarnos de las dichosas etiquetas. Por supuesto soy consciente que hoy por hoy es imposible, el lector las necesita aunque para mí sean un engorro.

Entrevistas Lars W. JacobsonJP: Bien, Lars, aunque sea otra etiqueta, parece que eres un escritor independiente (indie, en ambientes anglosajones). ¿Cómo llegaste a esa condición?

LWJ: Por un hartazgo con el mundo  editorial. Hace ya algunos años cierta escritora que no nombraré hizo de intermediaria con una agente literaria y mi persona. La agente me ofrecía un contrato con cierta editorial, que tampoco nombraré, a cambio de una escandalosa cantidad de dinero que yo debía pagar religiosamente. Eso sin leer mi libro, sin importarle nada su contenido. Supongo que tan sólo quería otra muesca en su revólver y llenarse sus bolsillos, nadie regala duros a cuatro pesetas, eso que todo el mundo lo tenga claro.

Después de hablar con algunos escritores me di cuenta que el negocio editorial apestaba y que la mejor opción era la autoedición. Era la mejor opción porque podía manejar aspectos de mi obra que de otra manera me serían imposible de manejar. No entiendo la razón por la que las editoriales les han dado la espalda a los autores, buscando el dinero fácil y rápido sin importarles nada más. Los que nos dedicamos a esto sabemos que no hay atajos y que si te ofrecen la panacea se trata de un engaño para enriquecer solo a unos pocos, el autor siempre es el perdedor.

Lo peor de esto es que esa gente en la que confías en algún momento ha sido autor, ha tenido  tus mismos sueños y  han cambiado ese sueño por el del metal, el  vil metal. Las editoriales se centran en personajes mediáticos que arrastran a ciertas personas a comprar su producto que jamás catalogaré como libro. Con esto lo único que quiero transmitir es que las editoriales han prostituido el noble oficio de la edición convirtiendo a los editores en simples contables sin más gloria que el tintineo de las monedas en sus bolsillos. No entiendo qué clase de lectores buscan, ni tan siquiera estoy seguro si buscan lectores. Para mí un libro es más que una ridícula dedicatoria en la solapa. Por decirlo de alguna manera, es hora de que los libros dejen de estar en las estanterías y pasen a la acción. Para eso, por lo que últimamente observo, los autores debemos adelantarnos a nuestro tiempo y pasar de las editoriales. De esta forma, tal vez, las editoriales podrán replantear su modelo de negocio.

JP: ¿Cómo crees que deberían replantearlo?

LWJ: Deberían invertir parte de esas ganancias mediáticas en promover y promocionar a los autores noveles. Otro aspecto importante es no esclavizar a esos autores con condiciones abusivas que no llevan a ningún lado.

JP: Una pregunta reiterada en nuestro espacio, Lars. ¿Qué te llevó a tomar la decisión de escribir?

LWJ: Llevo escribiendo desde niño, no fue una decisión meditada, simplemente ocurrió .Creo que fui incluso escritor antes que lector. Siempre estaba fantaseando con historias que luego plasmaba en el papel. Me gustaría tener en mis manos aquellos primeros escritos pero los perdí.

En Galicia tenemos una gran tradición oral gracias a que el idioma fue perseguido durante siglos, esto ha hecho que el gallego sea un gran contador de historias, lo llevamos en la sangre. Gracias a esa tradición han salido excelentes escritores. Me gustaría pensar que yo también bebo de esas fuentes y que esa tradición forma parte de mi ADN como autor.

Cuando ya me tomé un poco más en serio lo de ser autor fue gracias a una gran escritora llamada Chelo Suárez, mi novela Luz, réquiem por un skinhead cayó en sus manos y desde el primer momento me animó a darla a conocer. Nunca pensé que una novela escrita por mí a los 19 años podría gustarle a alguien, incluso tenía cierto pudor a que la gente leyera el libro; por supuesto, he superado esa etapa y necesito por todos los medios lectores. ¿Qué somos los autores sin ellos? Nada.

JP: Hablemos brevemente de tu primera novela, Luz, ¿qué quisiste reflejar en ella?

LWJ: Mi novela Luz es una historia urbana en la que cuento las vidas de unos muchachos que practican la crueldad sin experimentar casi ningún remordimiento. Quise denunciar que a veces los jóvenes son presa de los juegos de los adultos, tan manipulables y frágiles a la vez pero capaces de una forma descarnada de hacernos sentir ira hacia ellos, cuando tal vez sean víctimas de las circunstancias que les han tocado vivir. Por supuesto no trato de justificar la violencia, tan sólo cuento una historia tal y como la imaginé. Mi misión es entretener; después, si consigo que el lector saque alguna conclusión, mucho mejor.

JP: Pasemos ahora a Citizen Márquez. En esta novela, las descripciones están reducidas al mínimo. ¿Es algo deliberado, no te gustan, crees que son innecesarias para tus historias?

LWJ: Creo que no siempre se le puede dar todo desmenuzado al lector. El lector necesita cierto espacio para llegar a sus propias conclusiones. Esto es solo mi filosofía como autor, no trato de dar lecciones de estilo pero intento  darle al lector su sitio dentro de la historia, para mí es importante.

JP: Desde luego, el estilo directo y poco descriptivo hace que la acción y el ritmo se incrementen vertiginosamente. En mi caso, leí la novela en una tarde. ¿No temes que el lector se sienta defraudado por esa brevedad?

LWJ: No creo que las bondades de un libro estén en la cantidad de páginas que tiene. ¿Te imaginas  El principito con 1000 páginas? Yo no. Cuando escribo no pienso si voy a  defraudar al lector, porque en un primer momento escribo para mi propia satisfacción. Te aseguro que he leído libros con muchísimas páginas que me han defraudado y he leído panfletos que me han emocionado; en eso radica, en emocionar. Alguien que no escribe con sus entrañas, sin corazón y sin alma, por mucha técnica perfecta que tenga jamás conectará con el lector, aunque siempre puede hacer un diccionario.

JP: ¿Puedo preguntarte, Lars, cómo desarrollaste un estilo tan peculiar y directo?

LWJ: Viene de serie. Creo que el secreto es realizar lo que uno sabe hacer, dejarse de experimentos. Los experimentos, como se suele decir, con gaseosa. No sé escribir de otra manera, si lo hiciera mis novelas perderían ese punto que creo que las hace únicas. La personalidad y el estilo del autor lo distingue de otros autores. Con esto no quiero decir que mi estilo sea mejor que otro; es el mío, con sus muchos defectos y sus pocas virtudes, pero tengo muy claro qué es lo que quiero y con ese estilo y personalidad, si tengo que estrellarme, lo haré.

JP: Al margen del estilo, Lars, utilizas un lenguaje bastante “fuerte” para según qué sensibilidades.  ¿Esto quiere decir que apuestas por un público lector específico? ¿Cómo definirías a ese lector ideal de tus narraciones?

LWJ: Quiero que el lector me descubra como autor. Me gustaría que se alejaran de prejuicios y me leyeran, sé que tengo lectores fieles pero también busco  lectores que, aunque lean otra clase de novelas, se aproximen a las mías. Tengo mucho que decir. Mi lector ideal sería aquel que busca historias diferentes y que está cansado de leer siempre la misma historia, siempre los mismos finales.

Yo, como lector, me he cansado de ver siempre lo mismo, por eso quiero darle a los lectores lecturas diferentes, un medio para escapar de la apatía y el aburrimiento, puedes llamarlo una dosis de mala leche, una pataleta a toda la basura que últimamente pulula por el espectro literario.

JP: Queda claro. ¿En qué te inspiraste para la caracterización de los personajes de Citizen?

LWJ: Citizen Márquez nace gracias a una canción de Luis Eduardo Aute, «las 4:10» creo recordar que se llamaba así. En ella nombra a un triste inspector. Me imaginé a este inspector y poco a poco fui perfilando el personaje, su contexto, su psicología y su entorno. Tenía muy claro que quería fijarme en la novela negra americana. Los personajes secundarios son una mezcla de personajes de esa novela americana y del lumpen autóctono.

JP: En tu novela, en Citizen Márquez, que es la que conozco, el “mal” en abstracto adquiere una dimensión casi carnal. ¿Buscaste ese efecto o por lo menos el reflejo de algo parecido a una violencia extrema?

LWJ: En Citizen Márquez trataba de denunciar ciertos aspectos de nuestra sociedad que realmente detesto. No es tan difícil encontrar a un Márquez. Existen, son nuestros vecinos, nos cruzamos con ellos todos los días. Se camuflan de normalidad con su sonrisa perpetua en el rostro, pero están ahí. El mal del que me hablas no creo que sea abstracto para nada, el mal siempre se convierte en carne, al menos en el mundo real . La violencia extrema sólo es la expresión de ese mal.

Seguro que has escuchado en alguna conversación poco trascendente la coletilla que tanto me disgusta sobre la violencia de género, el «algo haría», este  es un ejemplo de lo burros que podemos llegar a ser. En cierta manera sí que quise crear al malvado perfecto, luego el libro te va llevando por otros senderos y es la propia historia la que te va guiando.

JP: Cambiando de tema y regresando al mundo editorial, ¿aspiras en algún momento a poder ser publicado por una editorial más o menos importante, o ese aspecto ha dejado de preocuparte para siempre?

LWJ: Como te decía antes sobre mi hartazgo con las editoriales, no tengo ninguna intención de ser publicado por una editorial. Mucho tendría que cambiar ese mundo para que yo me atreviera a dar ese paso. Me tendrían que dar muchas garantías y no sé si estarían dispuestas a esas concesiones. Tengo que confesarte que durante mucho tiempo ese fue mi sueño, ser publicado por una editorial y ganarme la vida escribiendo. Todo eso ha quedado en un segundo plano por la situación que te comenté sobre el negocio editorial.

JP: ¿Qué objetivos te has marcado como escritor, para el futuro?

LWJ: Mi objetivo como escritor es claro, acabar mi tercera novela y seguir aprendiendo como autor. El camino es difícil, lleno de dificultades pero ya sabes lo que dice el poeta sobre el camino. Estoy muy ilusionado con mi nueva novela, cambio de registro y me lanzo a la aventura. Curiosamente me olvido de los antihéroes y hago mi primer héroe, un héroe con dobleces intentando escapar del héroe perfecto.

JP: Estamos finalizando la entrevista, Lars. Creo que ya lo has dicho todo sobre diversos asuntos, pero siempre doy la palabra al entrevistado por si quiere añadir algo a última hora.

LWJ: Agradecer la oportunidad que me das, muchas gracias por la confianza.


Puedes encontrar a Lars en los siguientes lugares:

Correo:  guede31@gmail.com

Twitter: @guede31

Enlaces a sus obras:

Luz, réquiem por un skinhead

Citizen Márquez

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